En la vida
cotidiana es indiscutible que aumenta el uso y frecuencia de Internet y redes
sociales. Si aplicamos este avance en otros entornos profesionales como el
sanitario, estamos hablando de una adaptación e incluso una hibridación
sanitaria, en el que se receten links, usos de datos, noticias científicas…
Un 48.3% de
los internautas usan la red como fuente de información sobre temas de salud,
casi todos ellos no oficiales, seguros o de calidad (“Dr. Google”).
Un 72.8% de
los pacientes desearía que los médicos recomendasen recursos en Internet en los
que buscar información sanitaria de calidad.
Y un 60% de los
españoles les gustaría poder comunicarse directamente con su médico vía email.
Conclusión:
hay que avanzar y evolucionar tanto personal como profesionalmente al igual que
lo hacen las tecnologías, a pasos agigantados.
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